martes, marzo 13, 2007

La metamudanza

Confieso abiertamente que el desarraigo que provoca un cambio de ciudad (mejor dicho, el cambio a una ciudad) no me ha afectado en lo más mínimo.
Sospecho que este desapego hacia mi antigua morada esconde una sumatoria de causas.
Para aquellos que a esta altura todavía sospechan de mis verdaderas razones, los invito a un revisionismo histórico–virtual desde los inicios de mi blog: allí encontrarán y entenderán las causas de mi desdichada existencia en Castle Rock.
Sin embargo, se que no debería ser tan injusta con los sinsabores que he padecido en la mediocridad de un pueblo. La firmeza y convicción con la que apelo para afirmar mi buena adaptación actual, responden –a mi entender- a ciertas concepciones que he asumido y que las abstraigo bajo la “Teoría del primer amor”.
En la “Teoría del primer amor”(aplicada al estricto campo de las relaciones amorosas) quien tras su primer idilio alcanza la desdicha de una verdadera y dramática ruptura, genera un nivel de sufrimiento tan pero tan intenso que permite inmunizarlo frente a próximas y desdichadas rupturas. Así, gracias a una preocupante barrera de represión, negación y olvido que se apelotona en el alma, el desdichado en cuestión alcanza un nivel de autocontrol que permite protegerle frente a próximos sobresaltos.
Bueno, más o menos así, pero elevado al campo de las separaciones físicas transoceánicas... estoy yo.
Y gracias a unos cuantos momentos paradigmáticos en mi vida...
ahora así soy yo.
...
Entre gallos y medianoche, bajo la penumbrosa sensación de quien estúpidamente creía creerse un poco traidora a ciertas causas sinsentido, preparaba mi mochila y me tatuaba en mi mente el siniestro plan que me permitiría escaparme de mis propios límites. No obstante, y entre dichas penumbras, era testigo privilegiada de un sinnúmero de advertencias y malos presagios que me auguraban una futura falta de adaptación a la “gran ciudad”, un errante camino por el mundo laboral y un profundo sentimiento de nostalgia por todo lo que estaba a punto de dejar.
Por supuesto que estos consejos retumbaban en mi testaruda iniciativa pues no sólo se trataba de una decisión tomada, profundamente meditada y expectante de llevarse a cabo, sino que por sobretodas las cosas, yo ya había pasado, traspasado y atravesado aquel “primer amor”, y por lo tanto, era inmune al síndrome traumático del desplazamiento.
Ventaja o condena, quienes ya no pertenecemos a ningún lado, creemos creer tener el mundo a nuestros pies. Una vez superado el trance inicial, que en mi caso ha logrado sanar tras exactamente un año, somos capaces de acceder a otro nivel de entendimiento acerca de lo que es la vida, lo que son las cercanías, las lejanías, los destierros y las mudanzas. Ya nada nos intimida, y muchísimo menos los 700 km que se aplicaron a mi caso.
Literalmente, he llegado a Madrid con una cartera en el hombro y una pila de currículums por repartir.
Exactamente un año atrás, había arrancado de mi vida la mayor parte de todo lo que me había constituido como persona.
Aprendí a curar esa herida, y poco a poco, he logrado reprimirla con nuevas ilusiones y la valentía de aquellos que en nuestros peores momentos, nos rebelamos contra nuestras decisiones.
A veces sentimos que hemos perdido todo, pero volvemos a levantarnos y creemos nuevamente que porque ya no tenemos nada que perder, podemos llegar más lejos.

3 comentarios:

  1. Anónimo9:05 p. m.

    Excelente Mariam, Haz vuelto como en tu mejor momento y parece que esta nueva vida viene llena de esperanzas, me alegro mucho por vos, se que es muy dificil lo que estas haciendo y te admiro por tu fuerzo de voluntad o como quieran llamarlo... Yo, que mi vida loca solo tiene problemas amorosos y extrañar a dos amigos que estan lejos, por momentos me siento alviado de no tener que tomar semejantes deciciones. Aunque al final siempre deseo que hagan lo que hagan o vivan donde vivan sean felices y mucho! Comentario aparte seria que nos hagas caso de una vez y escribas un libro asi mi amigo lo publica y se llenan de plata, yo te sigo haciendo famosa y todos me dicen que les encanta lo que escribis.

    Saludos de un loco sudaca que como un clasico hombre lo que mas le importa ademas del tamaño de su miembro es que no le pase nada a su auto... me esta pegando el viejazo. besos i love you

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