jueves, enero 05, 2006

que no se pierda la magia

El pasado jueves, mi habitual siesta vespertina (1) (una nueva costumbre surgida ante la imperiosa necesidad de adaptarme al medio circundante), declinó en una profunda exaltación producto de una serie de cañonazos retumbando en mis oídos. Sobresaltada, me autoconvencí en el seno de mi almohada de que no existían motivos de temor: por mi nuevo barrio no había supermercados chinos susceptibles de ser saqueados por algún átaque crítico de malones hambrientos.
También me tranquilicé cuando recordé que estaba a una considerable distancia de mi país y de las extravagantes costumbres que Argentina había adquirido en los últimos años. Sin el temor de un Coto cerca intenté seguir durmiendo un rato más, tarea que se me hacía cada vez más dificil por culpa de tanto ruido.
Para el cuarto cañonazo refloté los viejos temores de mi madre, quien siempre se encargaba de recordarme que ahora en Europa si estaba cerca de la ex Yugoslavija o de Irak.
Comenzando a temer por mi vida, desperté a mi contraparte afectiva sólo para que me aclarara esta cuestión...
-Son los cañonazos de los reyes magos-

Evidentemente, este lado del mundo sigue celebrando la monarquía y más aún si esta clase de homenajes trae como regalo un día feriado.
En este país, el 6 de enero no se trabaja y punto. Casualmente los camellos pastarían un viernes, día estratégicamente contiguo al sábado y domingo. Curiosamente, en España los viernes de reyes son, además, días previos a la media jornada laboral de los jueves, días en los que casualmente ¡tampoco se trabaja!. ¿Por qué?, porque cumplen la importante misión de ser la víspera del feriado del viernes!.
Desde mi almohada, cerré la ventana y todas mis conclusiones y decidí celebrar con otra siesta la socialdemocracia europea y su maravilloso estatuto de privilegios para los trabajadores...

...

¿Y qué hacen los trabajadores en estas vísperas de feriado?
A mi modo de ver, estacionan en tooodas las cuadras circundantes a mi vivienda, vivienda que evidentemente debe ser zona céntrica en una ciudad que no supera los metros cuadrados de mi cocina.
¿Por qué?.
Porque no hay nada más interesante que hacer en un día de lluvia y frío que desplazarse dos cuadras en auto hasta el centro y ver la cabalgata de tres tipos que por 10 euros la hora ofician de reyes magos.
¡Que fuente inacabable de recursos posee la idiotez popular!: en un país con graves problemas de envejecimiento poblacional, diez mil personas ancianas y la única media docena de chicos en toda la región se juntan a ver un espectáculo dedicado pura y exclusivamente a un target de público practicamente inexistente.
Preocupante, si se prevee que estos pocos niños rodeados de cuarentones padres primerizos, octagenarios abuelos y patéticos y solterones tíos, hacen uso y abuso del caprichoso y desequilibrado panorama poblacional que padece el mundo con el único fin de convertirse en seres absolutamente manipuladores y despreciables gracias a su condición de ser los únicos niños visibles en diez kilómetros cuadrados.



Nota 1: esta redundancia se ha tornado un cacho tautológica diría mi mentor blogger Fernando (las siestas son siempre vespertinas, sino no serían siestas).

5 comentarios:

  1. No estoy de acuerdo: hay otras siestas:
    1- cuando sos dormido y no te encarás a la piba que está todo bien, "dormís la siesta". Y puede ser de noche.
    2- Nuestro país duerme la siesta hace 200 años. De noche y de día.
    3- Según la Real Academia Española, siesta es el sueño que se toma después de comer. Yo por ejemplo acabo de morfar algo (son las 5 de la mañana en este momento) y como ahorita me voy a dormir, va a ser una siesta (por lo menos eso dicen tus amigos los ezpañulez)
    4- en serio estás leyendo esto? qué barbaro, se ve que estás al pedo
    5- siesta? sí, ésta (imaginate la no verbalidad que acompaña este ejemplo, con dos brazos que se acercan a la zona genital y la toman cual pelota de beisbol)

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  2. una licenciada no puede dignarse a responder este tipo de comentarios

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  3. ah, qué delicia!
    Yo no quiero decir nada, pero por mis pocos conocimientos de la idiosincrasia gallega en particular y española en general, dado que festejan uno y cada uno de los hitos del santoral, yo creo que tendrás cañonazos dos o tros veces por semana...

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  4. Estás de lujo Mari, solo tenés que relajarte, respirar profundo y decirle al boludo de Melchor que deje de andar haciendo circo. Yo a ese nunca lo quise.

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  5. bueeeno, a ver Marinita si tiramos alguna que otra novedad, por favor.

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